Absorbe una tonelada de sustancias tóxicas por hectárea.
Una hectárea de bosque nativo de ñire patagónico (Nothofagus antarctica) podría “fijar” una tonelada de carbono al año y de este modo contribuir a mitigar los efectos del cambio climático terrestre provocado por el constante incremento de gases contaminantes.
Esta conclusión es el resultado de investigaciones que permitirían la puesta en marcha de proyectos de fijación de carbono en la región. El tema cobró importancia a partir del Protocolo de Kyoto 1997, en el que los países desarrollados se comprometieron a otorgar “créditos de carbono” o “bonos verdes” para compensar sus emisiones de gases contaminantes.
“Los árboles fijan carbono a través de la fotosíntesis: toman las moléculas de dióxido de carbono y las convierten en oxígeno. Así, fijan el carbono en la madera de su tronco, ramas y raíces. Si se queman los árboles, se volvería a liberar a la atmósfera dióxido de carbono; ahora bien, si los conservamos, se convierten en almacenadores de carbono”, detalló el ingeniero forestal Pablo Peri, director del proyecto que investigó la capacidad de los bosques de ñires.
Con el nombre del proyecto “Aprovechamiento sustentable del bosque nativo”, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Patagonia Sur y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), los investigadores Enrique Viola, Guillermo Martínez Pastur, Lucas Monelos y Peri, cuantificaron por primera vez la fijación de carbono en ñire.
“El objetivo fue determinar la distribución aérea y subterránea de carbono en árboles de ñire”, detalló Peri, docente de la Unidad Académica Río Gallegos de la UNPA.
“Se crearon modelos que permiten determinar cuánto carbono fijan distintas masas de ñires que pueden ser aplicadas en toda Patagonia; por ejemplo, mientras una hectárea de bosque virgen de ñire de 191 años, con 400 árboles fija 0,28 tonelada de carbón al año, otra hectárea virgen de 100 años con 1020 árboles puede fijar 0,66 t de carbono al año o bien, la misma hectárea con 29 años y 19.500 árboles puede fijar 1,03 tonelada de carbono al año”, detalló Peri.
La investigación implicó un minucioso trabajo de campo, en el que los investigadores con la paciencia de artesanos eligieron los árboles de muestra, las separaron en todos sus compartimientos (hojas, ramas finas, tronco, corteza, podredumbres y raíces), determinaron la biomasa de cada sector y enviaron el material al laboratorio de la Universidad del Sur, en Bahía Blanca, para determinar la concentración de carbono.
“Con los resultados del laboratorio y los valores de la biomasa pudimos obtener la cantidad total de carbono que fija el ñire con una discriminación de los distintos compartimientos. De este modo, de acuerdo con las edades podemos calcular cuánto carbono fija por hectárea un bosque.”
Para acceder a los bonos verdes, los países en vías de desarrollo que emiten dióxido de carbono por debajo del límite establecido en el protocolo pueden postular a proyectos de mecanismos para un desarrollo limpio (MDL), sobre fijación de carbono.
“Si queríamos tener la chance en Santa Cruz de obtener bonos verdes a través de proyectos MDL, debíamos antes saber cuánto fijan nuestros bosques, y así decidimos empezar esta investigación con el ñire, un árbol típico de toda Patagonia”, dijo Peri.
“Estaríamos en condiciones para postularnos a presentar un proyecto MDL y obtener fondos de los países industrializados que emiten dióxido, pero a obtención de los bonos verdes no debería ser un fin en si mismo sino el resultado de políticas de desarrollo que fija una provincia o región. Por ejemplo, sería importante implementar una política que restaure los bosques degradados por incendios y pastoreo, y complementariamente obtener bonos verdes.”
En Santa Cruz y Tierra del Fuego hay 20 mil hectáreas sujetas a restauración que podrían presentarse para adquirir bonos verdes. Pero el precio de venta de los créditos de carbono depende del grado de desarrollo del país comprador. El costo marginal de mitigar emisiones a través de actividades domésticas sería de US$ 164 por tonelada de carbono para los Estados Unidos, US$ 260 t/C para Europa y US$ 277 t/C para Japón, pero el comercio con otros países reduciría el costo marginal promedio a US$ 80 t/C.
Mientras que el comercio con países en desarrollo, a través del MDL reduciría el costo marginal promedio a US$ 28 por tonelada de C, así, un bosque virgen en regeneración de mil hectáreas, produciría US$ 28.840 al año.
Fuente: La Nación